¿Qué hicieron los atenienses?
Seguro que al llegar aquí te impacientarás y dirás: pero bueno, ¿cuáles fueron esas maravillas realizadas por los atenienses? A lo que tendré que responderte: en realidad, todo tipo de cosas, aunque se interesaron en particular por dos: la verdad y la belleza.
En sus asambleas, los atenienses habían aprendido a hablar en público sobre cualquier asunto y a tomar postura con argumentos y réplicas. Aquello era bueno para aprender a pensar. Al cabo de poco tiempo no se limitaron a buscar esa clase de argumentos y réplicas sólo para cosas tan obvias como si era necesario aumentar los impuestos, sino que se interesaron por toda la naturaleza. En ello les habían precedido, en parte, los jonios de las colonias, o ciudades de cultivadores. Los jonios habían reflexionado para saber de qué está hecho el mundo y cuál es la causa de todo lo cuanto sucede y acontece.
Esta reflexión se llama filosofía. Pero en Atenas no se reflexionó o filosofó sólo acerca de ello, sino que se quiso saber también qué deben hacer los seres humanos, qué es lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Se preguntaron para qué están en realidad los seres humanos en el mundo y qué es lo esencial en todas las cosas. Como es natural, no todos eran de la misma opinión respecto a estos complicados asuntos y hubo opiniones y orientaciones diferentes que polemizaron entre sí con razonamientos, igual que en las asambleas. Desde entonces, esa reflexión y ese polemizar con razones, que llamamos filosofía, no ha cesado ya nunca.
(Ernst. H. Gombrich).
En sus asambleas, los atenienses habían aprendido a hablar en público sobre cualquier asunto y a tomar postura con argumentos y réplicas. Aquello era bueno para aprender a pensar. Al cabo de poco tiempo no se limitaron a buscar esa clase de argumentos y réplicas sólo para cosas tan obvias como si era necesario aumentar los impuestos, sino que se interesaron por toda la naturaleza. En ello les habían precedido, en parte, los jonios de las colonias, o ciudades de cultivadores. Los jonios habían reflexionado para saber de qué está hecho el mundo y cuál es la causa de todo lo cuanto sucede y acontece.
Esta reflexión se llama filosofía. Pero en Atenas no se reflexionó o filosofó sólo acerca de ello, sino que se quiso saber también qué deben hacer los seres humanos, qué es lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Se preguntaron para qué están en realidad los seres humanos en el mundo y qué es lo esencial en todas las cosas. Como es natural, no todos eran de la misma opinión respecto a estos complicados asuntos y hubo opiniones y orientaciones diferentes que polemizaron entre sí con razonamientos, igual que en las asambleas. Desde entonces, esa reflexión y ese polemizar con razones, que llamamos filosofía, no ha cesado ya nunca.
(Ernst. H. Gombrich).
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